miércoles, 30 de noviembre de 2016

Andaba yo caminando por una pedregosa campiña francesa. Cual fue mi sorpresa al encontrarme, sobre el borde del arcén un precioso chacal atropellado ¿quieren saber cual fue mi reacción?. Lo recogí, lo tape con una manta y conduje hasta un cementerio indio hacia las tres de la madrugada. Cuando posé el cuerpo del animal en un agujero que yo mismo cave, una luz azulada se desprendió del boquete, iluminando mi cara y viendo salir un pequeño cachorro de ciervo que trepaba por las paredes.



Mas tarde, al llegar a mi apartamento, una sucia habitación junto a un cochambroso retrete, si señor, oh si, esa era mi vida. Me levanté para sacar de la cajonera mi botella de Jack Daniels y servirme un trago, dejé sobre la mesilla mi parabellum nueve milímetros y me dispuse a beber. Imaginé caballos, pude ver sangre correr, mi mente me jugo una mala pasada con mis recuerdos y desperté entre vómitos, que mas da...estamos en Las Vegas Rocandroll

 NO quisiera ser pedante,mis gustos son errantes, nos vemos en el mas allá.

Fran Di Ven


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